Hace unos dÃas se hizo realidad la Ley de Cupo Trans y sentimos una gran necesidad de festejar este gran avance en nuestro paÃs. En Argentina las personas trans y travestis tienen una expectativa de vida de aproximadamente 36 años, según un informe realizado por la organización ATTTA y Fundación Huésped en 2014. Esto se debe en parte a la falta de trabajo y de acceso a la salud, además de a la fuerte violencia que sufre este colectivo: en 2019 hubo un total de 72 travesticidios.
En este sentido la promoción del cupo laboral trans resulta fundamental como polÃtica de Estado para brindar igualdad de oportunidades y garantizar calidad de vida. La iniciativa fue promovida por la activista de derechos humanos Diana Sacayán. En 2015 era aprobada la ley 14.783 en la legislatura de la provincia de Buenos Aires. Un mes después Diana era asesinada en su departamento.
Durante todos estos años distintos proyectos durmieron en el Congreso de la Nación, hasta que este año 2020 el Poder Ejecutivo levantó esta histórica demanda y firmó el Decreto 721/2020. El objetivo principal es destinar al menos el 1% de la planta del sector público nacional a personas travestis, trans o transgénero. Los puestos obtenidos podrán cubrirse en cualquiera de los 3 poderes del Estado, en entes públicos no estatales o en empresas del Estado y en cualquiera de sus modos de contratación.
Un dato positivo es que se pone como destinatarixs de los beneficios a todas las personas trans y travestis, hayan o no rectificado su DNI. Además establece en su ArtÃculo 4° que a fin de garantizar la igualdad de oportunidades, la terminalidad educativa que actualmente se exige no podrá ser un obstáculo para el ingreso y permanencia en el empleo.
Algunos de los proyectos presentados en este tiempo tenÃan ideas muy interesantes, lo que nos parece que podrÃa sumar mucho si se eligieran llevar a la práctica. Uno de ellos por ejemplofomentaba el financiamiento de microemprendimientos destinados especÃficamente a personas trans o travestis, fijando incentivos impositivos a las empresas que contraten a personas de la comunidad. Este punto es clave no sólo para promover la contratación, sino además para generar un cambio en la cadena productiva, incorporando como elemento central al sector privado.
Cabe destacar que al dÃa de la fecha existen 5 provincias con leyes de inclusión laboral trans, pero tal como lo indica la Agencia Presentes en su nota ninguna de ellas lo implementó,:
1. Provincia de Buenos Aires, sancionada en 2015 pero reglamentada en 2019;
2. Chubut en 2018;
3. RÃo Negro en 2018;
4. Chaco en 2018;
5. Santa Fe en 2019
Quienes sà lo hicieron son algunas Universidades Nacionales que sin estar obligadas, recogieron la demanda y comenzaron a implementarlo: Mar del Plata, La Pampa, el Comahue, Tierra del Fuego y Rosario.
Hay además varias iniciativas que acompañan este tipo de intenciones, como un proyecto de ley que busca crear un “Programa Argentino de Certificación ´Sello Equidad Laboral´, que promueve beneficios a quienes cumplan una serie de puntos como la reducción de brecha salarial y selección de personal igualitaria, entre otros.
Entendemos que es hora de que el Estado deje de tener polÃticas asistencialistas para potenciar polÃticas de desarrollo productivo, integrando el engranaje económico incorporando a los distintos sectores e identidades de nuestra sociedad. El gran avance que significa el cupo laboral trans en el Estado es un paso en este sentido, pero no el fin del camino.